Restauración de escultura policromada que representa a un hombre con corona y cetro, de pie sobre un pedestal, con ropajes reales, corona y barba partida. Le cuelga un manto que recoje con la mano izquierda y lleva colgada al pecho un medallón con una cruz central y cuatro a los extremos. La talla estaba atribuida al Rey San Fernando, pero este pertenecía a la orden de Calatrava y la cruz es distinta. La de este personaje es más parecida a las cruces referidas a tierra Santa aunque de forma cruz latina, no griega. De manera que aunque atribuida a San Fernando, no podemos dictaminar el personaje exacto.

La restauración de esculturas policromadas es un proceso complejo que requiere de un conocimiento profundo sobre la obra, metodología en su construcción y sus materiales. Nuestro objetivo es devolver la belleza y el valor estético a la pieza, al mismo tiempo que se garantiza su conservación y protección.

 

Proceso de restauración de escultura policromada

Evaluación de la escultura. Identificación de los materiales

La pieza está construida con varios bloques de madera de pino con tablones ensamblados y espigas mediante  juntas invisibles. De esta manera es posible colocar brazos y pies en la pose actual.

Estado de conservación

La escultura ha sufrido el desprendimiento de la mano derecha y la pérdida de los dedos de esta y el bastón o cetro que portase. Muestra pérdidas de policromía generalizadas por toda la obra, debido más a golpes y rozaduras que a contracciones de la madera. Pero la talla como organismo vivo y sensible a las captaciones de humedad relativa, se ha movido, y fruto de esas contracciones muestra una grieta en el faldón visto desde el frente, en el hombro izquierdo y otras grietas menores. Asimismo el pie izquierdo se encontraba partido en dos.
La pieza se apoya en un pedestal que mostraba golpes y arañazos.

Pasos en la intervención de la escultura policromada

Limpieza

El tratamiento de restauración para esta escultura comenzó con la limpieza de polvo y detritus acumulado.
Fue necesario eliminar rastros de cera, polvo y cúmulos varios de grasa.

Consolidación y reconstrucción

Después de un examen a fondo de la obra, y descartar el ataque de xilófagos, procedimos a consolidar puntualmente las zonas con microgrietas y con peligro de perderse. A continuación fijamos los elementos sueltos mediante espigas de madera de haya y cola blanca.
Muchas de las grietas son estructurales como la del hombro y costado. Para ellas procedimos a tallar cuñas de madera de pino más blanda que la original. Como medida preventiva preferimos sellar mínimamente las grietas de gran tamaño mediante injertos de madera más blanda que la original, fácilmente reconocible a la vista y reversible, como todo proceso de restauración debe ser realizado. En la restauración de esta talla no se reintegró volumen con estucos ni se aplicó color, sólo se tiñó la madera directamente sobre el injerto dejando apreciar su veta.

Reintegración de policromías

A pesar de tener zonas perdidas son las mismas donde falta preparación, no se ha reintegrado volumen  en las faltas. Por tanto tampoco se ha reintegrado color en las zonas de policromía.

En cambio, sí se han patinado los injertos de madera en las grietas.

Barnizado de la obra

Por último procedimos a barnizar la escultura para recuperar su belleza y su valor estético, al mismo tiempo que se garantiza su conservación y protección para las generaciones futuras.

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