Arreglando rajas y golpes en un cuadro de Pedro García Camio. Este cuadro estuvo muchos años guardado en un trastero. Si no protegemos y embalamos bien este tipo de obras, al final acaban llevándose golpes que afectan a la tela rajándola y ocasionando pérdidas en la capa pictórica.
Por otro lado estuvo expuesto a condiciones de humedad alta, de manera que incluso los travesaños del bastidor, se encontraba muy dañados, sin que el soporte de madera pudiera cumplir su función.

El tratamiento comienza con un desmontaje del bastidor y la limpieza de polvo y detritus que habitualmente se acumulan entre este y el lienzo. A continuación es necesario realizar un sentado de color para proteger la tela, corregir abolsado y deformaciones en la tela para que tenga un tiro uniforme, y prepararla para colocar parches en el reverso.

Los parches hay que colocarlos con una tela que acompañe a la original en propiedades mecánicas de tracción y elasticidad. Lo habitual es emplear tela de lino en distintos gramajes, hilos de estas telas, fibra de vidrio en la densidad requerida o incluso gasa. Cada una atendiendo a las condiciones de la tela original. Lo que no emplearemos nunca es tela de algodón porque su comportamiento es muy distinto al de la tela de lino e incluso al de las telas industriales que se venden hoy día.

El cuadro necesitaba una limpieza de suciedad y barnices oxidados. Ver foto después del sentado de color.

El resto del proceso de restauración sigue los pasos habituales de relleno de lagunas con estuco, nivelación y rasado de estas. Para a continuación continuar con la reintegración a color con materiales estables y reversibles ciñéndonos exclusivamente a la falta. Siempre sobre los yesos aplicados en las faltas y nunca excediendo esta zona ni «pintando» sobre la capa pictórica original.

El lienzo original es de Pedro García Camio, pintor retratista de principios de siglo XX. Más información en el museo del Prado.