En el mundo de la restauración de obras de arte hay ciertos procesos que son más complicados que otros. Uno de ellos es la elaboración de un presupuesto coherente para restaurar una obra de arte. A veces el cliente te pide un presupuesto por teléfono dándote unas medidas y el tema. Entonces tratamos de explicarles que hay cien detalles en una obra de arte que pueden alterar su estado. Cambia la metodología de restauración de la pintura y por tanto el tiempo necesario para dejar la obra en buen estado.
Como elaborar un presupuesto de limpieza para un cuadro: aspectos a tener en cuenta por el cliente
Vamos a tratar de contar con ejemplos, algunos de estos casos más habituales en restauración de pintura de caballete, y para ello nos sirve de ejemplo alguno de los últimos cuadros que ha entrado en nuestro taller de restauración.
La fot 01 y 02 muestran el estado original de dos cuadros de clientes distintos, que entraron al taller para realizar una restauración. El paisaje es óleo sobre lienzo y la marina óleo sobre tabla. El paisaje sufría además un roto, pero en ambos, los clientes los notaban falto de color, lo veían sucio o sencillamente lo recordaba con más vida. Les confirmamos que efectivamente los cuadros mostraban suciedad acumulada en la capa superficial. Una limpieza ayudaría a recuperar el color original.
Restauración de pinturas: atención a la limpieza
Pero en la marina, la limpieza de barnices deja al descubierto otros problemas enmascarados. Observando la marina detenidamente se aprecian arañazos, faltas y reintegraciones anteriores. Pero quedan entonadas y medio ocultas para un ojo no habituado. Es necesario verlas de cerca. (Fot 03). Estas son alteraciones que afectan visualmente a la lectura de la obra. Hay otras alteraciones que afectan al soporte (tela, capa de preparación).
Grietas y craquelados
La fot 04 muestra un fuerte craquelado en otra marina, debido a contracciones de la tela. La pintura con una gruesa capa de preparación, no puede encogerse igual que la tela. De manera que se levanta, se agrieta y se cuartea, saltando trozos ocasionado pérdidas de pintura. Aunque el cliente sólo quiere realizar una limpieza superficial del cuadro como tratamiento de restauración, los cuarteados necesitan un sentado de color. Y de igual manera los levantamientos, debido a golpes o marcas de humedad. En el caso de la marina del principio, hay muchos detalles como los repintes que sólo se muestran al limpiar el barniz y la suciedad acumulada. Las reintegraciones anteriores han podido virar el color. A veces hasta nos encontramos reintegraciones con barniz sucio de la época de manera que no concuerdan en color. Estos daños ocultos se van sumando, mucha suciedad, repintes, rasguños, y en el reverso hay mucho polvo acumulado entre la tela y el bastidor. (Fot 05). Este detalle que no siempre se puede apreciar si el cuadro es grande y no podemos descolgarlo. Hay casos con falta de cuñas o en los que la tela es de algodón y no de lino.
Las limpiezas de cuadros y la restauración de obras de arte en general, no son una ciencia exacta. Es difícil calcular las horas que necesita el proceso. No es como cambiarle la rueda a un coche en el que sabes el tiempo que te va a llevar.
Limpieza de barniz sucio y oxidado
Podemos intuir pero no saber exactamente el tipo de barniz empleado, o las distintas capas de barniz que pueda tener, ni si tiene suciedad entre ellas. Ver esquemas de Fot 06 y 07. Anteriormente hemos comentado el trabajo de retirar barnices complicados en Limpieza de barniz retrato hombre con turbante). No siempre hay medios y presupuesto para realizar un examen químico de los estratos. No sabes con que te enfrentas.
Cuando se trata de varias capas de barniz de composición química distintas, debemos ir eliminando una a una con técnicas y medios diferentes. Esto supone en ocasiones limpiar un cuadro una, dos y tres veces. Los restauradores de pintura empleamos unos test con distintas mezclas de disolventes para ir de menos a más. Solemos tener el ojo ya habituado y la experiencia nos dice por dónde van los tiros a la hora de retirar y ablandar barnices. Pero hay muchas obras que han sido mal intervenidas anteriormente y te complican el proceso. Para la primera marina comentamos, que además de la limpieza habrá que reintegrar color en los arañazos y que los repintes se notarán más, el cliente comenta que sólo quiere una limpieza. Al final empezamos a realizar la limpieza, sabiendo que habrá que reintegrar. No podemos dejar una restauración a medias, realizando uno sólo de los procesos. Vamos informando al cliente del proceso, mediante registro fotográfico y así podrá comprobarlo en el momento.
Intervenciones anteriores
Otro de los problemas al que nos enfrentamos es cuando ha sufrido una limpieza anterior que ha dejado el barniz por desigual (Fot. 08 y 09). Arreglar lo que ha hecho otra persona siempre nos lleva más tiempo que empezar nosotros mismos (Suele ser una verdad para cualquier trabajo). Una vez limpio el cuadro, los arañazos y faltas se notaban en exceso; Al final el cliente accedió a la limpieza completa. Al tener el cuadro totalmente limpio de barnices oxidados y suciedad, las faltas destacan y es imprescindible rellenar las lagunas. Viene a ser parecido a rellenar con yeso los bordes rotos del paisaje (Fot 010) y reintegrar color. Y siempre aparecen más faltas de las que calculaste. En ese momento te acuerdas del mecánico y de la rueda del coche, pero cada profesión tiene sus pros y contras. Pueden ver también la cantidad de faltas que puede ocultar un barniz muy oxidado tras la limpieza del arcángel San Miguelo Arcabucero)
Para la marina lo que debía ser una limpieza sencilla, se complica también en la zona inferior. Empleando la misma técnica y medios de limpieza la zona superior se deja limpiar correctamente, sin llegar a fondo, y dejando siempre lo que los restauradores de arte llamamos su pátina. Pero al ir bajando de la línea de horizonte hay zonas que no se limpian igual. No se ven afectadas por los medios químicos y quedan bochazos. Es una capa de barniz distinto dada sobre la suciedad o mezclado con color para crear una falsa pátina. Y está dada de manera irregular, zonas si, zonas no, a brochazos que marcan zonas con transiciones muy bruscas.
Este tipo de capas intermedias suelen ser muy complicadas de eliminar porque las técnicas y medios químicos que las quita, dañan la capa pictórica igualmente. Al final te armas de paciencia, y metódicamente, paso a paso, consigues dar unidad a la obra limpiando hasta donde se puede y reintegrando. Fot 011.
Pero ¿y esas horas? ¿Cómo se cobran? La verdad es que la mayoría de veces no puedes reajustar el presupuesto. Todo trabajo debería ceñirse al presupuesto. Los restauradores realizamos a menudo, trabajos poco o nada rentables.
Pero a nosotros nos gusta hablar con los clientes y contarles todo el proceso que llevaremos a cabo. Que participen un poco y que estén informados de todos los pasos a seguir en el proceso de restauración del cuadro. Y que si se aprecian incógnitas, podamos dar el presupuesto desde el taller, una vez examinada la obra con luz, espacio y medios adecuados.
Y a ustedes ¿qué les parece?
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