Restauración de una serie de cuadros del autor Joaquín Mir quemados y afectados por un incendio.
Los daños ocasionados por un incendio pueden ser leves o muy graves atendiendo a la proximidad de la zona de fuego. Si están alejados, se llenaran de hollín en su capa superficial, y no es complejo retirarlo. Por lo general este hollín se mezcla con la propia suciedad acumulada y junto con una posible oxidación de barnices. Entonces hay que trabajar más y saber con qué disolventes y técnicas tratar, para tratar de corregir estos daños. Pero si la obra está más cerca del fuego, como en el caso de estos cuadros, entonces es probable que la obra haya sufrido altas temperaturas, durante un tiempo prolongado. En ese caso hay que realizar tareas de conservación preventivas para corregir la posible sequedad del soporte de madera,. Y a continuación, analizar los posibles cambios físico-químicos y cohesión de la capa pictórica además de posible alteración química de barnices. En ocasiones nos hemos llegado a encontrar con ampollas de la capa pictórica , que es imposible corregir. Es muy difícil de limpiar barnices en el estrato superior, aunque no imposible.
Intervención.
En el caso de estos tres cuadros de Joaquín Mir, el incendio no afectó a la madera de las tablas ni a la capa pictórica, pero si a los barnices. Uno de ellos además de la acumulación de suciedad, presentaba varias capas de barniz completamente oxidado. Al ser óleo sobre tabla con buenas propiedades físicas de dureza y cohesión, la primera fase de limpieza de estas tablas pasa por retirar con brocha todo el humo acumulado.
A continuación se procedió a eliminar las partículas más sólidas con disolventes de mínima polaridad, hasta llegar al estrato de barniz en su capa más externa. Este barniz estaba muy oxidado y es fácil de apreciar porque tiñe de sepia o naranja toda la obra. Pero después de eliminarlo, aún hay una segunda capa que no es pátina. Esta es necesario retirarla también. Se aprecia en la foto 4ª de la 1ª serie con un testigo de limpieza. Por lo general en estos casos, hay que cambiar de técnica de limpieza y disolventes al ser de naturaleza distinta, o hay que seguir con el mismo método, eliminando estrato a estrato. La manera de afrontar una limpieza en el mundo de la restauración de obras de arte, es siempre empleando métodos lo menos agresivo posibles. Siempre vamos muy despacio a la hora de retirar barnices, y de menos a más. Si hay una segunda capa o tercera, siempre vamos poco a poco retirándolas. Es una labor minuciosa y de paciencia. Pero es la única manera de tener la seguridad que no vamos a alterar la obra y llegar al estrato necesario. Nunca hasta la capa pictórica pues, siempre debemos detenernos antes. Es importante dejar una pátina que además de protectora, sirve como testigo del paso del tiempo y le da un valor añadido.
A continuación mostramos fotografías del proceso de restauración de limpieza de estas tablas quemadas del autor Joaquín Mir.











