Restauración retrato Felipe IV. Óleo sobre lienzo. Autor:  Anónimo. Época:  S. XVII.
Este era un lienzo que estaba muy sucio. El barniz además de estar oxidado y amarillento acumulaba mucha suciedad por el paso del tiempo. En ocasiones esa misma suciedad no deja ver otras intervenciones anteriores, es uno de los problemas con el que se encuantra un restaurador de obras de arte.

Otros problemas a los que nos enfrentamos son tan vulgares como la toma de fotografías para registrar y documentar la intervencióna una obra. No siempre trabajamos en nuestro taller habitual, ni podemos trasladar un sistema de luz uniforme basado en focos, cajas de luz o flashes. Cuando dependemos de luz natural influye mucho la hora del día y lo cubierto del cielo. En las fotografías finales con el barniz reciente incluso hay que tener mucho cuidado de que uno mismo no aparezca en el reflejo de las fotos.

La limpieza de este cuadro de Felipe IV es uno de estos ejemplos. El lienzo estaba sucio, muy sucio. Pero las fotografías no terminan de reflejar hasta que punto. Para la secuencia de las fotografias de la limpieza de la cara no transcurrió mucho tiempo (fot nº4). Afortunadamente el cliente siempre lo aprecia en un primer momento. Siempre ves en sus rostros ese asombro al ver el cuadro restaurado. Limpio, con sus estratos asentados y pátinas, y protegido.

Por lo demás la restauración de este lienzo con el retrato de Felipe IV no tiene mucho misterio. La tela mostraba una forración anterior (reentelado,  con trama más tupida que la original pero mostrando buen aspecto (fot nº 6 y 7). Normamente tramas más cerradas que el soporte original tienden a dar más rtigidez al conjunto. En este caso podemos afirmar que el resultado del conjunto es adecuado.

Las capas de preparación y pictórica no mostraban alteraciones física, químicas ni biológicas salvo raspones y hundidos en la parte inferior. De manera que el centro de atención es la limpieza de suciedad en el barniz y acumulación de polvo y detritus en el reverso.

La limpieza no siempre podemos efectuarla de un tirón. A veces como en este caso, debemos retirar las primeras capas de barniz oxidado y suciedad, para ir afinando despues, sin llegar a eliminar el barniz último, y respetar su pátina.

El registro documental es complicado cuando trabajas en el lugar ubicado de la obra y no en tu taller. No siempre nos piden este registro, pero intentamos realizarlo de cara al futuro, y aportar cuanta más información documental, mejor.