La restauración de una pintura a veces nos depara sorpresas inesperadas. En esta ocasión, nuestro cliente nos entregó una serie de bodegones en un estado de conservación delicado: apenas tenían barniz y la capa pictórica se encontraba desprotegida. Los cuadros requerían una limpieza de barnices y un cuidadoso reacondicionamiento. Sin embargo, lo que más nos sorprendió fue lo que encontramos en uno de ellos: un bodegón con perdices que había sido reentelado con otro lienzo, que en sí mismo era una obra de arte. Bajo la superficie del bodegón, descubrimos un cuadro oculto que representaba una escena religiosa: la imposición de la casulla a Simón Stock.
La Sorprendente restauración de un cuadro oculto
Tras comunicar este emocionante hallazgo a nuestro cliente, acordamos trabajar juntos para recuperar esta pintura oculta. El desafío principal era el adhesivo utilizado para el reentelado, que era de origen animal y se encontraba extremadamente seco y cristalizado. Comenzamos por probar desde una esquina a tirar de él con mucho cuidado, observando cualquier posible pérdida de la pintura subyacente. Este método demostró ser efectivo, ya que apenas hubo pérdidas en la película pictórica. También intentamos humedecer y aplicar calor en otra esquina para regenerar el adhesivo, pero esto dificultó la separación y ejerció demasiada presión sobre la capa pictórica subyacente, lo que nos llevó a optar por separar las telas en seco.
El emocionante proceso de descubrimiento de la restauración
Una vez separadas las telas, emprendimos la restauración de ambas por separado. El tratamiento del bodegón fue similar al del resto de la serie, aunque tuvimos que reentelar nuevamente para darle más cuerpo. En las fotografías nº 2, 3 y 4, puedes observar el emocionante proceso de despegado, revelando la cabeza coronada de la Virgen. Este procedimiento de separación es delicado, pero ambas telas se comportaron de manera satisfactoria, y las pérdidas de pintura fueron mínimas.
El renacimiento de la obra
La obra resultante nos presenta una conmovedora escena: el niño Jesús en brazos de la Virgen, quien aparece coronada. A sus pies, un santo sostiene una tela. Este santo lleva hábito, barba y bigote, con la coronilla tonsurada, lo que sugiere que representa la imposición de la casulla a San Ildefonso.
El toque final
Durante el proceso, los restos de adhesivo en la capa pictórica se reblandecieron con el nuevo sentado de color y luego se forraron cuidadosamente. Se requirió rellenar numerosas lagunas en la tela original de trama abierta. El resto del proceso siguió el procedimiento habitual en estos casos: rellenar las lagunas con estuco, reintegrar pictóricamente y aplicar el barniz final.
Un resultado emocionante
La intervención tuvo un resultado altamente positivo, y nuestro cliente quedó naturalmente encantado con la sorpresa que reveló el cuadro oculto entre otros. Este emocionante proyecto nos recordó que en el mundo de la restauración, siempre hay la posibilidad de encontrar tesoros escondidos que merecen ser preservados y admirados.