Restauración de pintura religiosa: San Jerónimo penitente.
Tratamiento de restauración de un cuadro ovalado con el tema de San Jerónimo penitente.

Tratamiento de restauración para un cuadro ovalado. Pintura religiosa de siglo xvii

Para restaurar un cuadro de estas características, el portar un marco de tipo óvalo no difiere de uno cuadrado tipo estandar. Pero el correcto tensado es un poco más complicado. Era necesario colocar un nuevo bastidor, móvil y con cuñas. Y es fundamental saber construir este tipo de bastidores empleando el grosor adecuado. Es importsaante también tener en cuenta que debe encajar perfectamente en el marco original. El tratamiento para recuperar esta pintura religiosa consistió en un sentado de color para corregir grietas, levantamientos y deformaciones. Y nos sirve para proteger la obra ante el cambio del soporte o bastidor. En muchas ocasiones como en esta, el proceso de sentar color en restauración, facilita la observación de reintegraciones anteriores. Si estas se encuentran bien entonadas y no han virado de color no es necesario tocarlas. Pero lo normal es que hayan cambiado de color con el paso del tiempo. La limpieza de estos llamados «Repintes» puede complicarse mucho si no se han empleado materiales reversibles como hacemos los restauradores actualmente.

Limpieza de barniz

La Fig. 6 muestra el resultado al retirar el papel protector tras el sentado de color. El barniz queda pasmado, pero no es importante ya que hay que limpiar este barniz sucio y  oxidado, y eliminar los repintes o reintegraciones anteriores.

En este caso para la limpieza de barnices sucios y amarillentos por oxidación, empleamos una mezcla de hidrocarburos. Y para los repintes nos ayudamos de medios físicos como el bisturí. En la Fig. 2 se aprecia la profundidad  y luminosidad que gana el cuadro tras la limpieza del cuadro. Se eliminaron pues todas las reintegraciones anteriores y procedimos a reintegrarlas de nuevo con acuarelas y pigmentos al barniz.

Por último se procedió a barnizar la pintura con barniz satinado de la casa Lefranc.

Simbología e iconografía

Jerónimo quiere decir: el que tiene un nombre sagrado.
(Jero = sagrado. Nomos = nombre).
Eusebio Hierónimo de Estridón o Jerónimo de Estridón (Estridón, Dalmacia, c. 340 – Belén, 30 de septiembre de 420),
Consagró toda su vida al estudio de las Sagradas Escrituras y es considerado uno de los mejores, si no el mejor, en este oficio. Estudió en Roma a los grandes autores clásicos latinos, Cicerón, Virgilio, Horacio y Tácito, y a los autores griegos: Homero, y Platón, pero no dedicaba tiempo a leer libros religiosos.
Tras un sueño decidió no dedicar más tiempo a libros paganos y dedicarlo al mundo espiritual.
Tradujo al latín toda la S. Biblia, y esa traducción llamada «Vulgata» (o traducción hecha para el pueblo o vulgo) fue la Biblia oficial para la Iglesia Católica durante 15 siglos.
Sus últimos 35 años los pasó en una gruta, junto a la cueva de Belén.
Es considerado un santo por la Iglesia católica, por la Iglesia ortodoxa, por la Iglesia luterana y por la Iglesia anglicana.

En su honor se celebra, cada 30 de septiembre, el Día Internacional de la Traducción.

Hay dos iconografías clásicas para la representación de san Jerónimo: la primera lo presenta escribiendo en su gabinete, traduciendo las sagradas escrituras, como aparece en el cuadro de Domenico Ghirlandaio para la iglesia de Ognissanti en Florencia. La segunda lo muestra sometiéndose a mortificación como penitencia.
Son obras muy conocidas las de Caravaggio (San Jerónimo escribiendo) y el penitente del monasterio de Montserrat, la de Alonso Cano en el museo de bellas artes de Granada, y el de el Greco en el National Gallery of Scotland, Edimburgo.

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